domingo, 21 de diciembre de 2008

Homenaje

Este post es un homenaje a mi muy querida maestra de baile. Maestra consagrada y en proceso, digna merecedora del homenaje por liberar al monstruo dormido de bailar salsas y cumbias. Monstruo un poco torpe, pero monstruo al fin. De las muchas mujeres que han intentado enseñarme a bailar, sólo dos lo han logrado. Tú hasta lograste que me envalentonara y "casi" sacara a bailar a una profesora.
Me llama la atención la gran soltura con la que se le ve bailar, que contrasta con su milimétrica realización. Ella y su pareja de baile parecen estar diseñados para moverse juntos. Para dar vueltas y celos a quien los mira, para enseñar a bailar a alguno que otro zurdo que le teme a la pista pues cuando la enfrenta hace gala de sus dos pies izquierdos. Y ya no digo más. Sólo que te abrazo muy fuerte maestra. Y felicidades por haber bailado con hombre grande y haberlo hecho muy bien. ¿Debo poner tu nombre?

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