Ayer, de visita en los cubículos de investigación para discutir algunas cosas, me encontré en el escritorio del lic. un librito que, sin razones aparentes, me llamó a hojearlo: una edición crítica de Nostalgia de la muerte de Villaurrutia con introducción y notas de Luis Tizcareño. Al revisarlo, me encontré con los poemas, varios datos sobre las diferentes ediciones a lo largo del tiempo y algunas notas sobre el trabajo de Villaurrutia. ¿Y eso qué? Pues que el título de una de ellas me pareció rarísimo: "De la idea conceptual a la experiencia en los estados de conciencia poética". Al leerla, me pareció una idea rara y hasta graciosa -al grado de hacerme pensar que una tesis de maestría o doctorado sobre la importancia de la cocaína en la literatura podría no sólo ser un éxito sino también una nueva rama de trabajo en los cárteles mexicanos- pero ahora hasta me parece una buena opción. A petición de RafaToriz, transcribo.
"El punto nodal es la probable influencia del uso de algunas sustancias psicotrópicas, como la cocaína y la mariguana según Novo, como búsqueda de estados de conciencia alucinatorios dirigidos hacia la poesía, en Villaurrutia... Poco o casi nada se ha hablado al respecto, sin embargo, una cita de Salvador Novo ofrece una pista que posibilita estas lecturas. Dice Novo en La estatua de sal:
Me apresuré a compartir con Xavier y Defino mi descubrimiento de un nuevo goce. El recetario a mano de mi tío Manuel me hacía fácil hurtarle una hoja, escribir "Rpe. Clorhidrato de cocaína, 1 gmo." y un garabato por firma. Cualquier botica surtía la receta: a 2.50 pesos en gramo de la más pura cocaína. Aunque empezábamos los toques en algún recinto cerrado, la hiperquinesia nos lanzaba a caminar sin tregua ni fatiga por las calles; a hablar, drenados de toda mezquina necesidad: hambre, sueño. Los actos sexuales pasaban a segundo término. El goce estaba en aquella exaltada nerviosidad, en aquella cenestesia depurada, superior y magnífica que afinaba hasta el paroxismo todas las percepciones y disecaba las metáforas más inesperadas y lúcidas cuando elaboraba, bajo los efectos de la droga, poemas que el insomnio lleno de estruendosas palpitaciones cardíacas pulía en mi mente."
Son las páginas 45 y 46 de Nosalgia de la Muerte de Villaurrutia, en edición crítica de Luis Tizcareño, publicada en 2013 por La orquidea errante editores en su colección krisis.
1 comentario:
Yo creo que un día debemos trabajar algo juntos, poesía no porque soy malísima pero como que a veces nuestras lecturas se sincronizan.
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