(Un post atrasado que tal vez represente el cierre definitivo de cierta voluntad decadente de acercarse a alguien que nomás no)
Llueve en Xalapa toda la mañana. La gente, sin embargo, está en las calles,
y lo que un día antes parecía seco y sucio hoy se transforma. Hasta la gente
misma tiene otro semblante. Todo se calma como arrullado por las gotas, todos
caminan lenta, cuidadosamente. Y se nos olvidan las cosas en las que fallamos,
las que quedaron fuera de nuestro alcance. Todo por la lluvia.
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