Para el siguiente post –o sea, el que le seguirá a éste– me gustaría contar con su colaboración, queridos lectores y lectoras. Seguro la mayoría no lo sabe –porque básicamente este es un blog para la banda chévere– pero en los bajos mundos de la cristiandad/protestante hay una banda que se llama "The Jesus Culture" que hace versiones de otras bandas –cristianas– y que no tiene un frontman definido. La verdad es que aunque me parece música decente, no sé mucho de ellos. Con todo, me llama mucho la atención el nombre, y me parece un asunto digno de pensarse.
¿Lo que quiero preguntar es, primero, si existe la posibilidad, en pleno siglo XXI y con tantas debacles , algo que pueda llamarse cultura cristiana? Y segundo, hacia dónde apunta? Me acuerdo que Ernesto Cardenal dice en su "Vida Perdida" que el problema del catolicismo –entonces– rumbo al siglo XXI era que ya no habría grandes intelectuales cristianos y que por ende, no habría una línea intelectual reconocible a la cual ceñirse. A mí me parece demasiado drástico, y creo que depende mucho de las dimensiones del concepto de cultura que uno asuma, pues de cualquier manera, para bien o para mal, esa cultura "debe" existir y existe de facto. Sólo hace falta saber qué implica y, en todo caso, reflexionar si vale la pena integrarse, si estamos cómodos o si queremos replantear nuestras posiciones.
Para comprobar mi idea, haré una encuesta con opciones de lo que en varios entornos podría considerarse cultura de la cristiandad, y posteriormente elaboraré un post al respecto, aun si nadie contesta, pues ultimadamente este es mi blog.
Posdata: Cualquier parecido con alguna organización, y con los discursos escuchados en ella, es mera coincidencia.
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Seleccione la opción que le parezca más cercana a la definición actual de una "cultura de la cristiandad para el siglo XXI". Si desea seleccionar dos o más opciones, escríbalas –por favor– en el área de comentarios. Si sólo quiere escoger una, utilice el recuadro que se encuentra en el margen izquierdo de este su blog de confianza.
(<-- Por aquí). Gracias.
Opción A:
Un grupo de personas afiliadas a un organización que se define a sí misma como religiosa. Observancia de ritos, reglas y hábitos establecidos inicialmente en la Biblia, pero enriquecidos con la tradición. Es importante coincidir con las prácticas comunes, pues en eso se basa el cristianismo. Creer en Dios y en Jesucristo es importante, pero lo fundamental es cumplir al pie de la letra, ser practicante para poder pertenecer. Hacer comunidad, o en todo caso, redimir las culpas con las prácticas.
Opción B:
Un grupo de personas que, aunque integradas en determinado grupo (A o C, fundamentalmente), se mantienen aisladas de sus prácticas. Están inconformes con la organización, pero consideran que existe una posibilidad de cambiar las cosas desde adentro. Se toman muy en serio el estudio, la oración, la asistencia a las reuniones y cultos. Busca renovar a los que lo rodean, demostrar que el cambio es posible, que Dios es un tema actual dentro y fuera de la Iglesia, aunque en el fondo llega a dudar de que sus esfuerzos lleguen a tener éxito. Le parece que vale la pena seguir creyendo en Dios, en Cristo y, a pesar de tantas cosas, en la Institución.
Opción C:
Un enfoque relajado, no tan drástico. Los de la opción b los llaman "cristianos light" porque no abrazan rotundamente los ideales de la cristiandad sino que las adaptan a su conveniencia. Cristianismo socialité, adecuado a la vida que llevo y no al revés. Visión empresarial, y en algunos casos, cercanía con las avanzadas protestantes-carismáticas de los USA. Un tema importante es la prosperidad, pues refleja tu cercanía con Dios. No hay sufrimiento, pues Jesucristo vino para darnos "vida de calidad" (aunque usted no lo crea). Fundación reciente (Finales del siglo XX), o bien, relajamiento de una tradición. Se cumple para no tener problemas con la familia, para no desentonar con los amigos, para mantener calmadas las aguas.
Opción D:
Cristianos decepcionados. Personas que pertenecieron a un determinado grupo pero que, cansados de tantos errores, excesos y abusos, decidieron separarse. Están confundidos, porque resulta muy difícil alejarse de las creencias, así que creen a su manera. En el mejor de los casos, tratan de seguir leyendo y orando regularmente, conviven con gente afín, no son demasiado malos. Pero están el golpe es duro, creyeron en la Institución y los defraudó. A pesar de todo, siguen practicando, en la medida de lo posible, su cristianismo. Aunque sea desde afuera.
Opción E:
Cristianismo intelectual. Más cercano a la Teología de la Liberación que a la Biblia misma. El cristianismo es revolución, es pensar en el otro, ocuparse del pobre. Ya no importan –tanto– los ritos, importan las actitudes, las intervenciones sociales, la emancipación. Se avergüenza de la tradición Cristiana y trata de componerla. Está harto de "espiritualismos" huecos, de rituales sin sentido, de iluminismos. El amor a Dios es el amor al pueblo, el amor al pobre.
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Espero que les interese pensar esto conmigo. Si no, no se preocupe, lector y/o lectora, que pronto hablaré del Barça-ManU y de por qué detesto al chicharito.
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