lunes, 11 de octubre de 2010

Lo que no se puede decir

Yo quería poner un post sobre Coetzee, sobre infancia y juventud, sobre la maravillosa "Arte poética" que esas novelitas pueden ser para algunos aprendices como yo. Sobre la fiebre del artista de la que habla, la llama transparente que debe ser la poesía. Poner citas, comentarlas, deshacerme en elogios, demostrar públicamente mi amor por él.
Pero no vale la pena. Se siente demasiado personal, como si hubiera leído el diario de alguien. Alguien que se parece a mí. Lastimeramente. Alguien a quien no hace falta elogiar ni comentar, sólo leer y guardar silencio. Como quería Wittgenstein, callarse.

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