Regresar a los inicios, a esos días en el que nos consumíamos los ojos con poemas en llamas. Poetas verdaderos, primigenios. Nuestros verdaderos padres, llamándonos a abandonar la cordura de la vida en pos de algo más grande, la [in]cordura de la poesía. Volver a vernos no como lo que somos, sino como lo que se supone que –si en verdad hemos aceptado nuestro oficio– debemos ser.
No podemos eternamente vivir
entre muertos
y muerte.
Si los prejuicios persisten
hay que destruirlos
“el deber”
eso digo
EL DEBER
del escritor, del poeta, no consiste en
quedarse cobardemente encerrado en un
texto, en un libro, en una revista
de donde ya jamás podrá salir. Antes
bien, hay que salir
para zarandear
para combatir
al espíritu público
y si no
¿para qué sirve?
¿Para qué nació?Antonin Artaud
Hay que mirar Alforja, la columna del maestro José Vicente Anaya en Círculo de Poesía. Esta vez sobre Artaud y su doble. La genealogía es un árbol caprichoso.
http://circulodepoesia.com/nueva/2010/10/artaud-y-su-doble-por-jose-vicente-anaya/
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