sábado, 19 de noviembre de 2011

Nuevo intento por leer a las mujeres, o por qué este viernes Chayito Castellanos tuvo razón

Hace más o menos un par de años, escribí en este blog una entrada en la que me preguntaba cómo leer a las mujeres. Hoy, luego de varios intentos de acercarme a varias poetas (mujeres), creo que por fin voy entendiendo la zona emotiva que me puede mover el tapete en un poema escrito por una mujer. Porque sí, definitivamente es una sensibilidad distinta, y en el momento en el que la poeta encuentra la forma de librarse del mundo poético masculino de poseer y arrebatar, o bien de hacerse el mártir, suele lograr muy buenos poemas.
Confieso que durante este año he leído atentamente a Séligson, a Plath y en menor medida a Chayito Castellanos, movido por las ganas de entender las posibilidades de la emotividad femenina en el poema. Sigo creyendo que, si bien hay un montón de mujeres escribiendo, todavía son pocas las poetas que me gustan, pero esas pocas me mueven fibras que difícilmente un poema escrito desde la "masculinidad"(sic, claro), podrían ser alcanzadas.
Y bueno, ayer, por razones que no pienso poner aquí –porque para qué darle vueltas a algo tan simple como las ganas de no estar solo– escribí en twitter  "Llámenme tonto, pero este viernes le creo a Chayito Castellanos". Y aunque nadie me haya preguntado por qué, hoy tengo ganas de decirlo, básicamente porque es un poema muy bonito y porque justo en estos momentos me encantaría encontrarme con alguien que pudiera decirme "Amigo, no es posible ni nacer ni morir/sino con otro...". Carajo.

Apelación al solitario 
Es necesario, a veces, encontrar compañía. Amigo, no es posible ni nacer ni morirsino con otro. Es buenoque la amistad le quiteal trabajo esa cara de castigoy a la alegría ese aire ilícito de robo. ¿Cómo podrías estar solo a la horacompleta, en que las cosas y tú hablan y hablan,
hasta el amanecer?


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