1. No sé por qué en el PAN se emocionan tanto con el combate al narcotráfico, si Iridia Salazar, panzona y todo, ya dijo que le va a ayudar al "presidente" -nunca se le quitarán las comillas- en esa lucha. Que les enseñen tae kwon do -taiwán do- a los polis y que les den medallas y ya verán cómo ganan. Al menos las poli-olimpiadas.
2. En Puebla no tengo tele y por eso, cuando estoy aburrido, veo películas. Así fue como finalmente vi el graduado, old boy, el paciente inglés -por esas y otras, gracias Areli-, y, esta semana, kill bill. Sí, por fin kill bill, y debo decir, so riesgo de ser sometido a proceso inquisitorial, que no me emocionó. La película que sí me emocionó se llama "Lugares Comunes". Obvio no recuerdo el director ni los actores, pero está grabada en España y Argentina. Los cinéfilos la evaluarán como es pertinente. Yo sólo diré que fue perfecta para el momento que vivo. Que el viejo de clases de español y literatura, y que sea un verdadero amargado, me hizo identificarme desde el principio. Necesitaba llorar y lo hice, pero curiosamente, con partes que no necesariamente serían para llorar. Tal vez después las transcriba. Ahora que lo pienso, sólo espero que cuando yo envejezca también tenga una Lucía.
3. Por diversos acontecimientos de la semana, he estado pensando en eso de estar enamorado. Es curioso cómo cuando se enamora de alguien -cosa muy diferente a amar a alguien- no duda que está enamorado, pero cuando se pasa, entonces es inevitable pensar que estaba equivocado. De lejos, todos los enamoramientos parecen fallidos. Si no lo fueran, entonces se hubieran convertido en amor. No sé si pasa sólo conmigo, pero comienzo a sospechar que mis enamoramientos han sido siempre "por contacto". Pasas mucho tiempo con una persona y de pronto te das cuenta de que te enamoraste. Pero ese enamoramiento nace tullido, porque no fue enamoramiento desde el principio. No hay descubrimiento, ni galantería. Se trata de viejos conocidos que tratan de conocerse más, sin garantías de que eso que conocerán les llegue a gustar.
Tampoco sé si alguna vez me enamoraré de otra manera, pero sería bueno probar, digamos, para ver si de esa(s) otra(s) manera(s) tengo mejor fortuna. Si no la tengo, entonces me volveré Eremita.
4. Le traje a mi hermana "Todos los fuegos el fuego". Leí la señorita Cora, y sentí, como desde hace mucho tiempo no sentía, el hormigueo en los brazos, la sonrisa incontenible desbordante, los ojos entreabiertos. Me dieron ganas de volver a leer a Cortázar y de estar enamorado. Tal vez vuelva a leer Rayuela y tal vez me enamore. El problema, en ambos casos, es que me da miedo, no ya digamos que no sea mejor, sino que ni siquiera sea igual que antes. Vale la pena volver a intentarlo?
3 comentarios:
dicen los que saben, que al lugar donde has sido feliz no debieras tratar de volver. será?
y kill bill es una maravilla. si no estás de acuerdo, te reto a un duelo con sable de hatori hanso
Las poli-olimpiadas!!! jajajajaa!!
Leí tu post ayer, y estuve pensando, mientras lavaba la maravillosa cantidad de 27 calzones, en aquello del enamoramiento. Y ya tengo mi comentario:
No estoy de acuerdo en demeritar los enamoramientos "por contacto". Creo que esos son los más bonitos. Que el tiempo y las cosas que compartes con alguien te hagan un día despertar y decir un "no mames, estoy enamorado(a)!" no se compara con nada. Los enamoramientos que nacen del cortejo son, por fuerza, como artificiales. Me explico: hay que seguir ciertos pasos que vemos en las películas, hay que decir siempre las mismas frases y seguir todo el protocolo de LA CITA perfecta. Y, al igual que con el sexo, al final nos damos cuenta de que todo eso le queda mejor a Hugh Grant y a Meg Ryan. Si lo pienso, no hay nada como la espontaneidad de descubrir que te acabas de enamorar del wey que se pasó dos años chingándote por aquello de que no tenías novio...
Nunca olvido el día que descrubrí que estaba enamorada del Daniel (perdón por la proyección!!).
Y siempre vale la pena intentarlo, y adoro "La señorita cora"...
Areli; No demerito los enamoramientos por contacto. Sólo me doy cuenta de que esa ha sido la única manera para mí. Ni siquiera tengo el referente -real, porque el de Hugh Grant y Meg Ryan claro que sí- de otro tipo de enamoramientos. Es eso, tal vez el enamoramiento por contacto sea lo mío, pero hay que ver las opciones para decidirse. No puedo decir que sean los más bonitos cuando son los únicos. O sí?
Dañel: te recuerdo que en el duelo anterior -sin sable- yo y mis brazos de niña te derrotamos. Buajajaja.
PD. 27 calzones es una barbaridad. Yo creo que no junto ni 12
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