Enfermedá del talking

Miércoles 15 de octubre. Jair Cortés presentó "enfermedad del talking"; un libro-ejercicio, que resulta interesante, pero del cual no hablaré básicamente por dos razones. El audio en la presentación fue malo, y porque otras cosas me ocupaban la cabeza. Ahora, que estoy un poco borracho de corajes y de las botellas que nadie me vio empinar, pongo mis impresiones, so riesgo de encontrarme mañana con un terrible confesionario del que mejor sería no haber tenido noticia.
1. E -y no la E tradicional de algunos meses atrás, porque ella, para mí, hace ya un mes que se fue lejos- me dijo, básicamente, lo que ningún hombre quiere escuchar. El equivalente a la mentada de madre. Sin lugar a dudas. Aunque el orgullo queda intacto, la mentada duele. Como siempre, pero como nunca, con nueva actitud.
2. D se confirmó como la ama y señora de su tiempo, de su cuerpo, y de paso, de los míos (ambos)
3. Toño -y lo pongo con todas sus letras, porque aquí no hay empacho- me alegró el día. Me dijo que me va a romper la madre un día que lo agarre de malas.
4. Si Jair Cortés hace un poema que se llama enfermedad del Talking, yo podría, con todo mi derecho de Hombre, a hacer uno propio que se llamara "Enfermedad del Stalking".
5. Mañana muy probablemente debería borrar todo esto, pero no lo haré, sino que habré de entregar los exámenes para la secundaria.
6. No tengo más que cien pesos para lo que resta de la semana. Moraleja: Nunca le invites el café -o en su defecto, el té- a alguien de quien no estás totalmente seguro de que no tenga novio.
7. Hay que pagar el café, e ir a trabajar en casa

COMO SI NO HUBIERA PASADO NADA

COMO SIEMPRE