Iba a escribir un post laaaargo y tendido sobre el anquilosamiento de mis lecturas al que iba a llamar la miopía de la costumbre, en donde hablaría de cómo a veces hay que intentar leer contra uno mismo, o mejor, contra nuestros propios prejuicios. Pero la verdad es que para qué darle vueltas a eso, si mejor puedo copiar el poema que quería copiar, "Curriculum Vitae" de Blanca Varela, que me gustó ahora que, buscando extender un poco mis lecturas, terminé el Canto Villano. No puedo decir que me me gustó todo, -a veces me parece que me gustaría un poquito más control sobre las imágenes-, pero algunos, como éste, y el Monsieur Monod no sabe cantar, sí me latieron. Mucho.
Currículum vitae
digamos que ganaste la carrera
y que el premio
era otra carrera
que no bebiste el vino de la victoria
sino tu propia sal
que jamás escuchaste los vítores
sino ladridos de perros
y que tu sombra
tu propia sombra
fue tu única
y desleal competidora
***
Por cierto, es rarísimo pensar que Watanabe, Eielson y Blanca Varela, tres poetas que he estado leyendo últimamente, nacieron en el mismo país que este par de prodigios:
Los caminos de Dios son incomprensibles para el hombre, chavxs.
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