martes, 3 de septiembre de 2013

De regreso

No estoy seguro de que alguien todavía visite este blog, pero desde la semana pasada -en la que, por cierto, cerré tuiter- tengo ganas de volver a usarlo. Platicando con el lic hace poco, me decía que el problema de las universidades -o al menos problema para quienes se toman en serio eso de escribir- es que se basa en la oralidad. Un profe habla y unos alumnos escuchan y toman nota. Yo no veo algo malo en eso, pero lo cierto es que, a pesar de que si tuviera que escoger entre comunicarme oralmente o por escrito sin dudas escogería la escritura, últimamente escribo menos.
La verdad es que sí, tendría que echarle la culpa al tuiter. Desde que me adapté a escribir lo que pienso en 140 caracteres -o dos o tres unidades iguales pero no más-, he dejado pasar la oportunidad de reflexionar más largo y más tendido en torno a cosas que me han sido importantes para mí y/o me interesan, como la poesía y sus vertientes visuales y performáticas, los escabrosos asuntos políticos, los maravillosos goles de Carlitos Vela, la historia de un director de orquesta que obligaba a sus músicos a hacer yoga o Los conjurados, una obra de teatro de David Olguín que me gustó mucho. Así que, al menos mientras vuelvo a tuiter -que implicaría terminar mi tesis- intentaré poner acá un par de cosas cada mes.

Por ahora, mientras agarro ritmo, dejo para los amabilísimos y -digámoslo- verdaderamente extraños lectores que a pesar de mi infidelidad se mantienen fieles, un poema que escribí apenas para celebrar -kind of- el cumpleaños de mi padre: Canción de cuna para un niño gordo. Ah, y una fotito que contiene muchísima añoranza.

Acá el poema:
http://circulodepoesia.com/nueva/2013/09/un-poema-inedito-de-samuel-espinosa/

y acá la foto (que por cierto, no debí sacar porque es la sala neza):




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