viernes, 15 de abril de 2016

Wild Pitch

Hace unos días nos enteramos de que, luego de un arranque muy dudoso y con ánimos de tenernos contentos a todos, la directiva de los Pericos de Puebla realizó una operación en la que el ex-liga mayorista Zoilo Almonte se iba rumbo a Monterrey. A cambio, y no contentos con regresar a Willy Taveras, muy querido por la afición, vuelve también a la novena emplumada (así la llaman, tan bonito) el héroe deportivo de mi hermana, Luis Mauricio Suárez. Aunque parecía consagrado para ser el hombre insignia, en algún momento salió del equipo y muchos nos quedamos destanteados. Vaya mi primera (y tal vez única) mini-pieza teatral que escribí hace tiempo como parte de un ejercicio de adaptación al Dinosaurio de Monterroso. El texto apareció en la revista Pliego 16 y se montó, o al menos eso cuentan, en la presentación de la revista en el teatro el Milagro. Espero algún día verlos, el texto, la pieza montada y, cómo no, al amigo del hit reventando la bola en el Hermanos Serdán.

            Wild Pitch

Personajes:
Luis Mauricio Suárez
Voz de audio local
Umpire
Coro de 3 espectadores

Audio local: Por la novena verde, tercero en el orden, con el número veintisiete, el
amigo del hit (alargando las vocales mientras comienza a sonar “el rey” de José Alfredo Jiménez) ¡Luis Mauricio Suárez!

Luis Mauricio Suárez: (camina hacia la caja de bateo. Agita el bat varias veces
antes de colocarse en la zona de strike) Chin, otra vez éste; con la rabia que me tiene. Ojalá que ya se le haya olvidado lo de Oaxaca.

Espectadores: (simultáneamente)
1. ¡Es Luis Mauricio!                              2. ¡Es Luis Mauricio!

                                                3. ¡Viene Luis Mauricio!

Umpire:            ¡Bola!

Luis Mauricio Suárez: Ándale, desgraciado. Me quieres dar la bienvenida pero no
te voy a dar el gusto. Yo qué culpa que esté tan feo. Si yo nomás dije en la entrevista lo que todo el mundo le dice a sus espaldas.

Umpire:            ¡Bola!

Espectadores: Está tirándole al cuerpo.

Luis Mauricio Suárez: Ay, perro, con esos bracitos no te esperas tremendo
cañonazo. Han de ser, qué, ¿85? ¿90 millas? Nah, en liga mexicana nadie lanza a más de 80. Y menos con un equipo pitero. Por eso le arde tanto, le quité el sin hit ni carrera al héroe de un pueblo en donde no pasa nada.
Umpire: ¡Strike 1!

Luis Mauricio Suárez: ¡Eso! No me tengas miedo, mi rey. Pónmela bonita como el
año pasado. Tiene buen slider pero se cansa rápido. Ahí está el pan, ahí está el pan y ahora va al plato…

[Se sale de la zona de strike]

…De todas las cosas, lo que menos me gustaba era lavar los platos. Yo siempre quise ayudarle a mi mamá a hornear el pan, pero ella sólo me dejaba lavar los trastes. Me decía que así se empieza, lavando trastes y viendo cómo hacen las cosas los que sí saben. Me moría por meter las manos en la masa, darle forma al pan, revisar el horno. Era mi olor favorito. Bueno, mi favorito después de ese olor que anticipa la lluvia, el olor a tierra mojada…

Coro:  [Dialogando entre sí]  
1.         Un golpe seco como cuando se revienta una burbuja.
            2.         Se vaciaron los dogouts. Golpes, gritos.
3.         Una nube de polvo cubre todo.
1.         Luis Mauricio, tendido sobre home. Hasta se ve tierno.
2.         Empieza a levantarse, destanteado.
3.         Destanteado.
1.         ¿Se murió?
3.         ¿Cómo se va a morir? A lo mucho una contusión o algo.
2.         Ni siquiera una contusión; fueron apenas unos segundos de perder el conocimiento y, cuando despertó…
3.         Bendito sea Dios que despertó…
1.         Cuando despertó, el dinosaurio González lo estaba esperando, sonrisa socarrona y bat en mano. En el aire, un olor como  a tierra mojada.

2.         Qué raro…

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