Tigre [sub]campeón

Hace apenas unos cuantos minutos terminó la final del Futbol Argentino. No hablaré de la gran temporada del Tigre, ni de la consistencia del Boca. No haré lo que siempre hacen los cronistas: decir que ya era un logro que un equipo pequeño llegara por primera vez a la final. No. Sólo diré que es un asco que haya ganado Boca. Tigre lo merecía, Tigre jugó mejor. Al final, ganó el callo, el torpe equipo que por poco pierde, y si acaso se puede decir algo bueno, ganó Palacios con el gran porte y el futbol aferrado. Pero Tigre lo merecía más. Iba a escribir que es una lástima que en el futbol gane el que mete los goles, pero ni eso. Gana el que maneja mejor el resultado. El que cuida la ventaja, el que manda más gente a estorbar. Ni modo. Un gol hizo falta. Tal vez el tiempo extra, tanda de penales, algo para que David venciera al gigante Goliat, gigante rancio y desabrido. En México hubiera pasado -si no, cómo Cruz Azul llevó a penales la final?-, pero el futbol argentino es muy drástico. Siempre la intensidad del todo o nada. Ni modo, Tigre, esta vez tocó la nada.