jueves, 21 de enero de 2010

observación comparativa #5 o de las cosas que a ella le apasionan

...Quiero mi derecho

de hombre común, a deshacerme
la frente contra el muro, a golpearme.
Rubén Bonifaz Nuño

#5.1

Ella apareció de la nada un jueves y, sentados en el suelo de una casa que ninguno de los dos conocía, me habló de cosas que yo no sé. Hablaba con la emoción desbordándosele de la lengua, a veces en español, a veces en alemán. Ella estaba encantadora con los ojos encendidos por aquello que le apasionaba. Ella me encantaba. Después, nunca más volvió a hablarme de las cosas que le hacían brillar los ojos. Dejó de correr riesgos, de atreverse a hacer cosas que le emocionaran y no sólo aquellas que todos los demás hacen. Le tiene miedo a las cosas que duelen y prefiere evitarlas a toda costa, aunque se le vaya la vida en eso. Ella es bonita –como dice la canción–, pero ya no le brillan los ojos. Sospecho que ya nada le apasiona. También sospecho que ya no me encanta.

#5.2

Ella está sola y tiene miedo. Como yo. Pero a diferencia de mí, ella es transparente y lúcida y perfecta dentro de su propio cuerpo. Le apasionan la música, las verduras, las tazas de té y las cuestiones de género. No la entiendo en muchas cosas pero me maravilla la forma en que sus ojos brillan. Sin que los mire siquiera. Ella no se rinde, puede estar triste y sola y aterrada pero sé que se atreverá de nuevo a buscarle solución a las cosas que le duelen, a deshacerse si es que es necesario, la frente contra el muro. Aunque a veces duela mucho, ella no se rinde.

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