martes, 1 de diciembre de 2009

sueño de lunes, o algunas posibles lecturas para estos días

Como lo adelanté en twitter –una de las grandes ventajas de seguirme en tuiter es tener las primicias, las pequeñas germinaciones de lo que posteriormente serán posts en esta Guía Práctica, jeje– ayer soñé con la señorita X. Soñé que salíamos, como casi siempre, y que cuando me subía a su auto me daba cuenta de que atrás viajaban un niño y una niña, ambos de menos de 7 años, que resultaron ser sus hijos. Ella me decía que no importaba, y ambos tratábamos de que todo fuera como siempre, pero me parecía imposible. Recuerdo que entonces platiqué con los niños y me cayeron bien. Luego, de la nada, nos fuimos para su casa. Ella sacaba de la cajuela las cosas del súper, y mientras yo le ayudaba, llegó el que después supe era su esposo. Un muchacho chaparrito, moreno, de camisa a cuadros y pantalón de mezclilla, coronado con una hebilla enorme à la ranchera. Yo me sentía avergonzado, porque después de todo, había salido con su esposa, pero a él no parecía importarle. De la nada comenzó a contarme de su trabajo, que el rancho estaba prosperando, que había sembrado muchas cosas y que esperaba buena cosecha. Lo divertido del asunto era que aunque hablaba en español, al enumerar las cosas que había sembrado lo hacía en inglés. Luego me dijo que era de ciudad Juárez y que por eso hablaba spanglish.
Finalmente la pena me venció y decidí que ya me iba. Cuando salí, me di cuenta de que estaba en la antigua casa de unos vecinos, y que los niños venían tras de mí en bicicletas. Voltee y vi a la susodicha con un montón de cosas, comida, agua, juguetes –?– y ropa. Recuerdo que me decía: Ándale, no dejes que tu orgullo de pobre te detenga. Tómalo todo. La situación era incomodísima, y se volvió insoportable cuando, de la nada, la señorita X me enseñó una especie de traje que a todas luces parecía un uniforme escolar, y me dijo: Mira, éste te sirve, y hasta tiene corbatita. Entonces me desperté, y prendí la computadora para escribir el sueño y no olvidarlo. Encontré a la Señorita X conectada y se lo conté. Al parecer no le hizo mucha gracia –especialmente porque dice que el esposo era muy feo, que no era su estilo– y tampoco me dijo mucho al respecto. Ahora, después de haberlo pensado, y de haber escuchado una muy drástica interpretación de G, creo tener un esbozo de idea.
De entrada, y casi sin temor a equivocarse, los hijos son su hermano y su prima, que estudian aquí en Puebla. Al parecer son muy unidos, les gusta estar juntos y demás etcéteras, y en realidad eso de conocer a las familias de las personas con las que uno sale nunca me ha gustado. El asunto es que no debo preocuparme por ellos, porque después de todo hasta me pueden caer bien. El esposo es algo un poco más difícil, pero supongo que tiene que ver con la gente con quien ella ha salido, porque según sé, generalmente mantiene contacto con muchos aún después de romper. Eso no está tan chido, pero por lo menos ya me dijo que "no son su estilo". Y de lo del orgullo de pobre, pues en torno a eso no hay mucho qué interpretar. En términos generales, estoy jodido, y lo que se ve no se juzga.

***

Después de todo, parece que ayer en la tarde la señorita X y yo arreglamos los asuntos pendientes. Igual no se trata de graan cosa, pero por lo menos regresamos a despedirnos con besitos en los mensajes y no ya con abrazos. Hoy en la mañana me preguntó si me había llamado, porque como se estila cuando uno está de visita–y más de un lector lo ha constatado como uno de mis comportamientos recurrentes–, bebió hasta perder la conciencia. Sentí bonito, jeje, porque eso significa que tuvo la intención de llamarme. Hubiera sido divertido escucharla y ver qué es lo que decía, sobre todo porque se pone muy impertinente. Le dije que no, pero que me hubiera gustado, porque después de todo me gusta que sea borrachita.

***

Más de Pound: Una línea que bien puede ser un aforismo tremendamente útil en nuestros días de orfandad del estilo. Y abajo, hablando de buen gusto, The tallest man on earth con una canción deliciosa, the gardener

Se cae en la tontera cuando se aspira al buen gusto si no se lo tiene de modo natural

Touché.

2 comentarios:

Ireneo Morris dijo...

chale, esa x nos trae mal viejo!! esas son las peores, y las imprescindibles. bertold algo

Unknown dijo...

Vuelvo a casa temprano hermano, nada salió como lo esperaba él (el ranchero) fue mejor, se la llevó. Porque cantaba buenas canciones (de banda segurito) y él habló de buenos trabajos (el rancho, la milpita y esas cosas)y al hablar yo...que se despierta. Qué divertido eso de la Srita. X, se lee que va bien.