He de decir de antemano que este post será un tanto críptico, salvo para aquellos que lo entienden todo.
Ciertamente eso de animador -de discusiones- cultural no deja nada bueno, por lo que propongo -para mí mismo- dejar de lado los chismes. Hacer lo que uno hace menos mal, y evitarse problemas. Así, este fin de semana comienzo un blog que se llamará "piraterías" y que tendrá los poemas que he traducido.
Y bueno, sólo me queda decir, a mi favor, que soy joven y torpe, un pequeño provinciano muy impresionable. Digo lo que pienso, y sigo pensando -juvenil y románticamente- que el criterio para valorar a un poeta -por decir algo- es el trabajo. Pero en fin, al mal entendedor, jalón de orejas.
Y una cosa más.
–Efectivamente, Luis Vicente de Aguinaga tampoco es Octavio Paz
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